Convocados por la plataforma «Nosotros también somos Sevilla» unos quinientos vecinos del Polígono Sur se manifestaron ayer tarde por las calles del barrio hasta salir a la avenida de la Paz para cortar el tráfico por espacio de una hora en la esquina de Su Eminencia con la carretera de Utrera en demanda de trabajo, seguridad y formación, algo que no ven después de seis años de Plan Integral a cargo del Comisionado, Jesús Maeztu, y mucho dinero invertido «que nadie nos dice cuánto es y en qué se ha empleado».
La marcha transcurrió sin incidentes y escoltada por efectivos de la Policía Local y la Nacional a los que sumaron los de la Guardia Civil que regulaban el tráfico en dicho cruce desviando los vehículos procedentes de Utrera por la SE-30.
Los manifestantes pidieron a los grupos políticos y a las administraciones comprometidas en el Plan Integral que renueven su compromiso con el mismo, concreten los proyectos necesarios a realizar, con fechas, plazos y presupuesto, y que el nuevo Plan sea firmado públicamente ante y junto a los vecinos y entidades del Polígono Sur como compromiso de todos.
Criticaron la ausencia de Maeztu—«nos has engañado», decían en la marcha— y de otras entidades con presencia en el barrio y destacaron que el problema de la zona no son los ladrillos sino las personas y las familias.
Dinero tirado Nadie se hace responsable de los destrozos de la zona por lo que los vecinos piensan que el dinero se tira. «Es una manera de hacer las cosas en las que nadie es responsable»
Porque en el barrio no se consigue erradicar una manera de hacer las cosas en la que parece que nadie es responsable de nada. Por ejemplo, se acaba de destrozar totalmente el edificio del antiguo centro de salud de Las Letanías, sin que nadie haya asumido la responsabilidad de su custodia y mantenimiento. «Dinero tirado —dice la Plataforma— el mismo que le falta a los servicios sociales para atender a los que lo necesitan».
D Además hay un grave problema de empleo y la Plataforma de Parados lleva meses exigiendo respuestas, que nadie da y, lo que es peor, «que nadie asume la responsabilidad de darlas», mientras «siguen sin aplicarse las cláusulas sociales en las obras que se realizan en el Polígono Sur» por las que los parados del barrio tienen prioridad en un elevado porcentaje. En el caso de las familias de Bermejales, Los Caracoleños, tampoco hay respuesta lo que significa que el deterioro de la zona y de la convivencia sigue creciendo y extendiéndose. Lo mismo sucede con el asentamiento de las casitas de La Paz pero con el problema añadido de que «el Ayuntamiento manifiesta que ha perdido la documentación de las casitas, papeles que son imprescindible para proceder a la regularización de los titulares y al desahucio de los ocupantes ilegales». El proyecto de la comisaría sigue paralizado, «por un error en la adjudicación de la parcela para su ubicación sin que se sepa cómo salir del error cometido
ni cuándo empezará la construcción».
La inseguridad ciudadana, el vandalismo y la impunidad tampoco han variado y hay numerosos casos de pobreza y de familias con multitud de problemas que no se abordan.
Especialmente importante es su repercusión en el ámbito de la educación, donde el fracaso escolar en la ESO alcanza a más del 70%.
Sigue sin haber un proyecto educativo que entusiasme a los profesionales a lo que se añade que en la convocatoria para el curso que viene se haya excluido a la Formación Profesional. En las lista de incumplimientos también figuran la ausencia de Metro, tranvía y cercanías que los conecten el Polígono con Sevilla y la paralización del proceso de rehabilitación de los bloques.
